Desde la zona de Nombre de Dios, Durango, donde las montañas acarician el cielo, emerge el alma de Doble Cobre: el agave duranguensis. Este agave silvestre, indomable y con un carácter autentico, pasa 10 años madurando antes de que podamos disfrutar del elixir de sus jugos, convertidos en el preciado mezcal.
Los habitantes de esta región contaban leyendas en torno a la destilación del mezcal. Se decía que el proceso artesanal, transmitido de generación en generación, tenía el poder de atrapar los sabores de las montañas y la esencia misma del cielo. El agave, arraigado en su tierra natal, encerraba los secretos de la tradición y la pasión de los artesanos locales.
Mezcal Doble Cobre es un tributo a esta rica herencia. Al destapar cada botella, liberarás el espíritu de las montañas, el susurro del viento y el amor por lo auténtico.
Puedes disfrutarlo a tu manera, ya sea en su forma más pura o como parte de una creativa creación de coctelería. Te prometemos que te enamorarás de su historia, de su sabor y de la magia que solo Doble Cobre puede brindarte.